La ilusión de las personas se reflejaba en las calles, estaban a punto de vivir un proceso que cambiaría sus vidas y la historia de su país para siempre. Todos eran participes de esta nueva etapa de libertad, que se instauraba tras unos duros años sin ella. Después de escuchar los testimonios, nos hemos dado cuenta, de que en cada familia este proceso se vivió de una forma diferente, aunque con una nota en común, la gran ilusión. Esto quedaría patente en la gran participación y la buena acogida que tuvieron las primeras elecciones democráticas. Como bien nos explicaba el escritor de “Ecos de una votación”, quien a pesar de no vivir la época se documentó ampliamente para redactar su libro, en La Bañeza, el pueblo optó por la candidatura menos rupturista. La Transición culminó con un acuerdo unánime que permitió la creación de la Constitución de 1978. El éxito reside en los acuerdos a los que llegaron partidos totalmente opuestos para llegar al bien común.
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