Durante el tiempo que he empleado en realizar este proyecto, he aprendido a apreciar la Historia desde un punto de vista más cercano a mí, a
través de grandes personas que han dedicado su tiempo a contarme sus
experiencias, sus conocimientos y sus propias investigaciones. Hasta hace poco, la Transición para mí no era más que un simple periodo de cambio y tras terminar
el trabajo mi concepto ha cambiado. Ahora veo la complejidad de las decisiones
tomadas y de la importancia que tiene para todos aquellos que fueron testigos
de este duro pero a la vez exitoso camino. Al mismo tiempo he descubierto el
leonesismo, algo de lo que hoy en día pocos hablan pero muchos siguen
sintiendo en mi tierra. La identidad perdida de mi provincia resulta no estar tan olvidada,
sino evitada por los que en su día no escucharon los deseos de su
pueblo. Al final de cada entrevista yo preguntaba por la memoria de esta etapa,
pero creo que somos los jóvenes los que debemos dar respuesta a esta pregunta. ¿Cómo nos la cuentan
nuestros padres, nuestros abuelos o nuestros profesores? Charlando con otros
compañeros he llegado a la conclusión de que no se profundiza en ella tanto
como se debería. Realmente creo que una vez finalizada se extendió la idea de
olvidar, o al menos no querer recordar, todo lo vivido anteriormente. Se decidió
empezar de nuevo, pasar página, pero personalmente no creo que fuese la mejor
opción ya que el pueblo que no conoce su historia está condenado a repetirla.
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